Si la respuesta es afirmativa, felicidades, es usted un amante de diez. Explicamos por qué no son tan importantes, pero antes, aclaremos un concepto. Forzar nuestros movimientos como hemos visto en la peli porno o hemos leído en Internet puede alejarnos de lo que realmente nos gusta y nos pide el cuerpo. La mayoría de nosotros quiere agradar y hacer feliz al otro, tanto si estamos teniendo un encuentro ocasional como si la relación es a largo plazo. Fernando Salas nos tranquiliza: Si nuestra pareja se encuentra contenta y sigue teniendo el deseo de acostarse y tener sexo con nosotros, es que somos buenos en la cama. Debe existir la compenetración intensa, la entrega total y el deseo ferviente de hacer feliz al otro. Si ambos colaboran, fluye sin esfuerzo.
En el terreno de las relaciones íntimas, las personas pueden diferir en las opiniones. Algunas pueden ser conservadoras y otras liberales, y esto condiciona el modo en el que entienden la sexualidad. Algunos individuos pueden sentirse heridos al ver a su pareja disfrutando de su sexualidad a solas. En realidad, no hay nada malo en ello.
Se puede estimular el clítoris con distintas técnicas. El clítoris para algunas mujeres es un gran desconocido. Estimular el clítoris aumenta el placer en las relaciones sexuales. Conocer nuestro cuerpo es fundamental para experimentar una vida venéreo plena. Conocer nuestra anatomía nos proporciona la información necesaria para poder disfrutar del sexo de forma libre y consciente.